Así trabajabas antes de la revolución digital
Así trabajabas antes de la revolución digital
Si es que nos quejamos de vicio… ¡Con lo bien que vivimos ahora gracias a la comodidad de las nuevas tecnologías! Precisamente sobre cómo ha cambiado nuestra vida desde la transformación digital o, mejor, sobre cómo tiene que cambiar todavía, se hablará mucho en RETINA 2016, el encuentro de El País que se celebra hoy y mañana en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid.
RETINA es un foro tecnológico iberoamericano, una cita clave para los profesionales donde compartir las experiencias y puntos de vista que nos llevarán a dar el siguiente paso en el entorno digital. Porque sí, amiguito del wireless, el bluetooth, la nube y los USB: nuestra vida aún puede cambiar mucho más y, si crees que ya no eres capaz de vivir sin estas herramientas, pronto aparecerán otras que te harán olvidar lo que conoces. Igual que ya has olvidado todo lo que tenías que hacer hace tan solo unos años para sobrevivir en la oficina.
Lo que muchos ya consideran la prehistoria del trabajo, donde lo más tecnológico era la máquina de café, podría ser ahora el colmo de lo vintage. Y no estamos hablando de la era de las máquinas de escribir, sino de aquella época en la que lo offline dominaba hasta donde alcanzaba nuestra vista y era impensable que nuestros documentos salieran del escritorio del ordenador.
Una era en la que las memorias USB no estaban ni en el pensamiento y transportar archivos era una tarea titánica donde la impresora/fotocopiadora era un instrumento fundamental para cualquier trabajador; en la que compartir información con nuestros compañeros era una excursión segura en ascensor que muchas veces acababa en la cafetería; en la que los autónomos eran seres de carne y hueso que pasaban de vez en cuando a saludar y a que les diera el aire. En fin, los viejos tiempos que algunos echan de menos y a los que otros no volverían ni aunque les pagaran.
¿Y tú? ¿Qué echas de menos y qué echas de más de aquella época? Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, aunque en Meridiad creemos que lo que está por venir parece muy interesante.
Foto (cc): Brandice Schnabel